Chávez ahora confronta oposición importada en figura de Vargas Llosa

Caracas
EFE
El escritor hispano peruano Mario Vargas Llosa vaticinó ayer que, si los venezolanos aprueban el proyecto de Carta Magna que elaboró la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Venezuela se encaminará hacia el caudillismo y el militarismo. Vargas, que se encuentra en Caracas para participar en una conferencia sobre corrupción, advirtió de que el futuro de Venezuela depende de sus habitantes, a quienes pidió "energía y heroísmo" para luchar por la legalidad, la libertad y la civilidad de la democracia. Agregó que, si fuera venezolano, se pronunciaría contra el proyecto de Constitución que será sometido a referéndum el próximo 15 de diciembre porque considera que el texto es "intervencionista", tiene un germen contra la libertad de prensa y "abre la puerta" a la censura. El novelista rechazó unas declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, en las que le llamó "ex peruano" porque Vargas Llosa adquirió la nacionalidad española, y justificó su decisión de tener doble nacionalidad para "no convertirme en un paria", ya que decidió abandonar Perú tras la llegada a la presidencia de Alberto Fujimori en 1990. "Soy ciudadano peruano, jamás he renunciado a la nacionalidad peruana", dijo tajante y con pasaporte en mano el autor de "La casa verde". Vargas Llosa dijo que seguirá opinando sobre Venezuela y su futuro porque el nacionalismo fronterizo, que prohibe que ciudadanos de un país opinen sobre otra nación, no es más que una "visión estrecha" ya superada. Aunque dijo que le gusta participar en actos públicos como literato e incluso anunció que espera que en marzo próximo salga a la venta su nueva novela "La fiesta del chivo", sobre los últimos días en el poder del ex gobernante dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina (1930-1961), recordó que se siente como un intelectual comprometido con sus convicciones políticas. En ese sentido, precisó que no intenta polemizar con Chávez, pero consideró que su reacción "iracunda" y "airada" demuestra que no tolera la crítica, "probablemente por su formación militar", y por eso objeta los artículos y declaraciones que ha hecho el escritor contra lo que percibe que puede ser el nuevo rumbo por el que se encamina Venezuela. El presidente venezolano, un militar retirado del Ejército que en 1992 lideró un fallido golpe de Estado contra el gobierno democrático del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, ofreció el pasado domingo "plomo cargado" a Vargas Llosa por haber emitido algunas opiniones sobre el proceso político nacional. El escritor, en una entrevista publicada por el diario caraqueño "El Nacional", señaló que le preocupa que en Venezuela se siga el ejemplo de Fujimori y se instaure un régimen autoritario, así como que se cambie de Constitución "como quien cambia de camisa", puesto que esa no es una manera de preservar el sistema democrático. Vargas Llosa se mostró contrario a la participación de los militares en la vida política porque deben "estar sujetos a la autoridad civil" y permanecer al margen de los vaivenes y la contienda política. Advirtió de que no tiene una posición antimilitarista, tal como asomó Chávez, porque en su juventud estudiase en un colegio militar, sino porque rechaza cualquier intervención militar en política.
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