Cada nación tiene sus símbolos históricos, bien sean santuarios o esta estatuas o documentos, pero su auténtico significado reside en la verdades que representan para los ciudadanos de la propia nación y en la imagen que ellos expresan para las otras naciones. Para los Estados Unidos, su símbolo es la estatua de la Libertad.
La Libertad, considerada en todas sus facetas, debe estar basada en la verdad. Quiero repetir las palabras de Jesús: "La verdad os hará libres" (Jn. 8, 32). Por consiguiente, hago votos para que vuestro sentimiento de libertad vaya siempre de la mano de un profundo sentido de la verdad y de la honestidad para con nosotros mismos y nuestra realidad social. En el mundo contemporáneo, el deseo de libertad, al igual que la búsqueda de la justicia, constituyen una aspiración universal.
La libertad conseguida debe estar ratificada cada día por el rechazo de todo aquello que lesiona, debilita o va en detrimento de la vida humana. Hago una llamada a todos los amantes de la libertad y de la justicia a fin de que den oportunidades reales a los menesterosos, a los pobres y a los
indefensos. Romped los míseros de la pobreza y la ignorancia, que esclavizan a tantos hermanos y hermanas; los muros de los prejuicios aún existentes, a pesar del progreso alcanzado en orden a la igualdad en la educación y en el trabajo; los círculos de la desesperanza que aprisionan a los que carecen de alimentos, casa y trabajo; las áreas del desarrollo causado por mecanismos internacionales que subordinan la existencia humana al dominio de un mal entendido progreso económico; finalmente, lis inhumanos cercos de la guerra, originada por la violación de los derechos fundamentales del hombre y causa, a su vez, de violaciones todavía mayores. |