Amador es la nueva joya del turismo en Panamá. Con el mar como fiel huésped y la majestuosidad de la creatividad del hombre, se alza a orillas del océano Pacífico complejos turísticos y pequeños comercios.
A la caída del sol, se abren las puertas y se encienden las luces fluorescentes y de neón para recibir a la masa de turistas que arriba a la marina de Fuerte Amador. Es un lugar donde "nadie es extranjero" confesó Cinthia, turista estadounidense que se paseaba por los locales comerciales admirando la variedad de atracciones.
Montado con una arquitectura al estilo colonial francés, con pequeñas veredas de ladrillos, columnas gruesas y balcones de madera, el principal centro comercial se convierte todas las noches en una sala de fiesta cultural universal.
NOVEDADES
Con sus más de ocho restaurantes; sus seis bares de lujo; cuatro sitios de antojitos con variedad de frutas y bebidas; tres plazas de souvenirs; cuatro grandes salas de artesanías; cuatro representantes de finas joyerías; ocho vitrinas de boutiques; y una gran estación de cocteles, la punta de Amador se convierte en la luminosidad nocturna de Panamá.
Son más de cuarenta locales distribuidos en una planta alta y otra baja. Allí se dan cita los grandes empresarios panameños para ofrecer al turista, la distinción con el toque nacional.
BAÑO CULTURAL
Mientras en una esquina unos hacen un alto para admirar los bailes típicos de Panamá a lo largo del pasillo central del complejo comercial, al otro lado de la vereda un grupo se detiene a conversar con los dependientes que exhiben detalles de todas las culturas. Desde los aztecas hasta instrumentos usados por los greco romanos en la época de las conquistas e imperios.
La presentación de grupos musicales en vivo complementan el sitio que tiene aproximadamente cinco meses de operación. Allí, la mezcla de cultura es ilimitada. Las hay de extremo a extremo del continente e invitados europeos.
¿A QUÉ HORA EMPIEZA EL ENCUENTRO?
A partir de las 4:00 p.m. y se extiende hasta las 11:00 p.m. La brisa marina, la música foránea y el olor a platillos exóticos se combinan con la complicidad del cielo despejado para ofrecer el baño de culturas bajo un mismo techo.
La noche de la visita del equipo de "Crítica" al lugar, había atracado el crucero "Infinity" de la naviera "Celebrity" y el ir y venir de turistas se confundían en un mismo ritmo: entretenimiento y buen gusto.
IMPRESIONES
Para los visitantes, el lugar es "una gran ventaja" porque pueden ver, comprar y llevar algo de todo sin tener que trasladarse muchas distancias. "Así tenemos el resto del día para explorar otros sitios", dijo Diego Dionicio Castillo, un escritor mexicano que se encontraba entre los turistas.
"Quedé fascinada con la tienda de vestidos. Son baratos y muy bonitos" comentó entre risas y un irregular español, Helen, quien dijo de ser origen inglés pero que venía de una gira por Estados Unidos. "La atención aquí es de cinco estrellas", aseguró Jerry, un francés atlético que dijo que sólo era un turista más.
Para los vendedores, en el centro el movimiento comercial "se pone más bueno los fines de semana", porque hay más afluencia de visitantes. Lo cierto es que caminar cobijado por el mall, reviste la imaginación de una visa a esa parte del mundo planeada y pospuesta para visitar.
Un viaje a Francia, Estados Unidos, México, Colombia, Puerto Rico y otros países se encuentra en un extremo de la ciudad capital teniendo como puerta de entrada, el Puente de Las Américas. |