Los gobernantes de 21 países iberoamericanos clausuraron ayer su XII Cumbre, tras aprobar la Declaración de Bávaro, en dos sesiones de trabajo.
La Declaración de Bávaro pide a los organismos financieros, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayuden a aliviar las cargas de la deuda a los países afectados y que se reduzcan los subsidios agrícolas. Hipólito Mejía, presidente anfitrión, auguró éxitos a la próxima cumbre, que se realizará en Bolivia en el 2003. |