 |
La intolerancia es una característica de la vida diaria y se evidencia en actitudes que hieren con insensibilidad los sentimientos, derechos y dignidad de los otros.  |
El 16 de noviembre ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Tolerancia, fecha propicia para practicar activamente, a nivel individual, lo que desearíamos ver que se respete universalmente. Kofi Annan, Secretario General de la ONU afirma que: “La tolerancia es un compromiso activo y positivo con la diversidad humana y es, por tanto, un principio clave de la democracia en nuestras sociedades multiétnicas y multiculturales. Como personas, debemos promover la causa de la tolerancia en nuestras vidas. Solamente luchando contra la intolerancia y la exclusión desde abajo, podemos anhelar superar este problema a escala mundial “.
Sin embargo, la intolerancia continúa arruinando la vida de millones de personas en el mundo. Ya en este naciente siglo, hemos sido testigos de cómo ella puede traducirse en violencia extrema, causando un extenso sufrimiento y muerte.
Como muchas actitudes irracionales, la intolerancia tiene sus raíces en el miedo: miedo a lo desconocido, a lo diferente, a los otros. La causa de estos temores es la ignorancia y la falta de educación, un potente caldo de cultivo de prejuicio, odio y discriminación. La intolerancia está también estrechamente ligada a un sentimiento exacerbado de autoestima y orgullo, nociones enseñadas y aprendidas a edad temprana.
La intolerancia es una característica de la vida diaria y se evidencia en actitudes que hieren con insensibilidad los sentimientos, derechos y dignidad de los otros. Si la familia humana guarda la esperanza de vivir junta en paz, debemos lograr conocernos y aceptarnos el uno a otro. Sin diálogo no podemos alcanzar la paz.
La educación es el medio más efectivo para prevenir la intolerancia. Es vital que nuestros niños aprendan sobre lo que es tolerancia, de manera que puedan comprender porqué los derechos humanos, la dignidad humana y el respeto por la diversidad, son inseparables.
El desarrollo de la tolerancia y la confianza en las diversas comunidades no se logra de la noche a la mañana; es algo que requiere tiempo y esfuerzos. Esta puede ser una ocasión anual de la educación para la tolerancia así como de reflexión y debates sociales y políticos de mayor alcance sobre los problemas de intolerancia locales y mundiales. Puede ser la oportunidad de hacer un balance de los logros del año y de proponer nuevas políticas para colmar las lagunas subsistentes.
Que esta fecha que hoy les presentamos se convierta en oportunidad propicia para modificar actitudes positivas y negativas y lograr que tengan el alcance eficaz y hacer de nuestro entorno un mejor lugar. |