Pareciera que en el gobierno de la Patria Nueva, la política es colocar la carreta delante de los bueyes. Así sucedió con la reforma tributaria, la suspendida ley 17 sobre la seguridad social y ahora con el alza de las tarifas del pasaje de las diversas rutas del transporte público interprovincial.
Existe la mala costumbre en las filas del gobierno de adoptar medidas sin mayores consultas y luego ante la presión de la ciudadanía afectada, se ven en la obligación de recular.
Claro está que el gobierno debe administrar al Estado y tomar decisiones, pero tampoco puede imponer medidas de la noche a la mañana, sin escuchar al menos las opiniones de los afectados.
El alza del pasaje que debía entrar en vigencia hoy y que en algunos casos incluye incrementos de hasta dos balboas, tuvo que ser pospuesto hasta el 1 de diciembre, porque no se le había informado adecuadamente a los usuarios, que a la postre son los más afectados.
Aquí sólo se consulta a los beneficiados y los afectados que se frieguen.
A veces se cuestiona a la población, cuando protesta y cierra calles, pero es que los gobiernos han demostrado que sólo escuchan, cuando se adoptan esas medidas de presión, de lo contrario la ciudadanía es ignorada.
La Patria Nueva debe desechar el método de la carreta delante de los bueyes.
Lo más lógico es consultar y después aplicar la medida, no al revés.