El pasado viernes 11 de noviembre, la periodista Lucy Molinar de Canal 2 entrevistó a un dirigente del transporte colectivo que presta el malogrado servicio en Pedregal. En dicha entrevista, la comunicadora social le preguntó a ese dirigente las causas del aumento del pasaje en los autobuses de la capital panameña y le dijo qué mejoras se ofrecerán, si se pone el precio de la tarifa a 0.40 centavos.El representante de los buses tuvo el descaro de decir "que no se ofrecerá nada a los usuarios, que las cosas seguirán igual y que lo menos sería quitar la música de los vehículos del transporte".
Semejante respuesta de este empresario del transporte público demuestra en manos de quienes estamos todos los usuarios de este pésimo servicio. Además, se indicó que la unificación de la tarifa del transporte capitalino "perjudicó a los buseros de Mañanitas y benefició a los moradores de la 24 de diciembre".
¿Y el gobierno de Martín Torrijos que hace? Nada, sólo hacerse el sordo y el ciego.
Otro dirigente del transporte en San Miguelito incluso dice que a los usuarios se les brinda un buen servicio.
El gobierno nacional, quien decide al final el posible aumento al pasaje, parece tener todo ya calculado. Incluso, en la negociación para evitar que los transportistas de la capital lancen un paro general al servicio, hay versiones que aseguran que se aceptará el incremento a 0.40 centavos, sólo que los estudiantes y menores de edad no pagarán al abordar los "Diablos Rojos".
Esto es un paso clave para la futura "modernización" del transporte público en Panamá, requerida por varias operadoras transnacionales de Brasil y Colombia, que quieren implementar el sistema de autobuses articulados, o "Transmilenio", que hoy corre en la populosa Bogotá.
La tarifa de 0.40 centavos de balboa es, a la vez, la tarifa mínima que se solicita para que un usuario ingrese en los autobuses articulados colombianos. ¿Coincidencia?
Es fácil para un ministro o un dirigente transportista que tiene su propio automóvil el hablar de que los usuarios deben aceptar las cosas como son, pero si nunca ellos abordaron un "Diablo Rojo". Jamás he visto a uno de los ministros del Gobierno de Torrijos metido en el clásico "respectivo", soportando los gritos de los "palancas" de correrse para atrás del vehículo o quedarse aguantando la música estridente. Menos las amenazas de los "pavos" contra la gente que se coloca en la entrada del bus.
De seguro, el anunciado aumento del pasaje en la capital "generará una enorme convulsión social" de consecuencias imprevisibles, peores que el problema de la Caja del Seguro Social o la delincuencia.
Los panameños no tiene dinero para pagar más de 0.25 centavos de pasaje. Los que tienen trabajo, el salario ni siquiera les llegará a cubrir la jornada laboral mensual.