INQUIETUDES
Festival
mundial del folclor

Antonio Díaz

Escuché
por la televisión la intervención de Armando Julio
sobre el primer Festival Mundial del folclor que tendrá
por sede Panamá y que se realizará del 26 de noviembre
al 8 de diciembre. Creo que el país debe apoyar esa iniciativa
por cuanto pocas veces se presentan en Panamá espectáculos
de esta envergadura que son costosísimos pero de un rico
contenido cultural.
Julio nos habló de la presentación de conjuntos
de proyección folclórica de Europa, lo que es una
novedad porque en conjunto nunca se han presentado ante un auditorio
panameño diversos grupos de folclor que presumo muchos
de ellos estilizados pero de gran colorido y alegría.
El esfuerzo de Julio junto con el INAC y la empresa privada
es encomiable y le damos el respaldo porque se trata de un evento
superior con el que todos debemos solidarizarnos. Estos espectáculos
nos ofrecerán la oportunidad de recrearnos con elementos
de cultura que podemos considerar exóticas pero que ofrecen
una imagen nueva de lo que son los pueblos de Oriente y Europa
del Este.
El Teatro Nacional y el Centro Turístico Mi Pueblito
serán las sedes de algunos espectáculos programados.
El Instituto Panameño de Turismo también se ha
adherido al Festival porque es consciente de que significa una
inyección turística y que como evento internacional
atrae publico de diferentes nacionalidades.
Esperamos que se vaya preparando la infraestructura requerida
para este Festival y que la misma tenga las facilidades para
recibir al público de todas las edades, sobre todo a personas
minusválidas que se quejan que en muchos locales comerciales,
teatros y restaurantes no tienen facilidades para el acceso de
ellos.
Vaticinamos que el primer Festival Mundial del Folclor será
un éxito, aunque solo falta fortalecer su promoción,
especialmente en radio y la prensa escrita. Al amigo Julio le
deseamos éxitos en esta dura jornada que requerirá
un equipo que trabaje con mística para coronar con éxito
sus anhelos.
Un contraste entre el Día del Periodista el año
pasado y el presente fue el que me tocó vivir con motivo
del día del comunicador. El año pasado fui el Orador
de Fondo ante la tumba de Gaspar Octavio Hernández y recuerdo
que no pude terminar el discurso que tenía preparado por
una incipiente afección visual. Ese día hubo agasajos
en varias partes. En la noche, estuve en Chitré donde
fui el invitado de honor del Centro Regional Universitario de
Azuero, gracias a mi amigo y colega Gaspar Reyes. El orador allá
fue el magistrado Humberto Collado.
El peor viaje aéreo que he realizado fue ese día
cuando el avión atravesó una turbulencia que pensé
que hasta allí había llegado mi existencia.
Este año no he recibido ni las clásicas felicitaciones
del día del periodista, a excepción de mis amigos
Sergio Pérez Saavedra, Manuel Naza y Alfredo Acuña.
Pero eso me tiene sin cuidado. El año pasado era el Director
de este periódico del cual me retiré hace 10 meses
pensionado. Esta es una prueba que la gloria es efímera
y que hay que estar preparado para estas circunstancias.
De todas maneras, felicitó a mi hija Diamar y a todo
el personal de Crítica Libre que me acompañó
por 10 años en las duras y satisfactorias jornadas que
me tocó vivir. El periodista es por siempre periodista
y la nostalgia de esta profesión hace coqueteos en mi
alma que a veces no se quiere resignar de que tenemos que darle
paso a otra generación y que el futuro del periodismo
pertenece a la juventud.
Aunque tarde, feliz día a los periodistas.
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