Hace apenas dos días se conmemoró el vigésimo aniversario de la muerte de un cómico "inmortal". Leopoldo Fernández, mejor conocido como José Candelario Tres Patines, falleció el 11 de noviembre de 1985, en la ciudad de Miami, pero sus programas son escuchados hoy igual como ayer.
"El tremendo juez de la Tremenda Corte va a resolver un treeeemendo caso", marca el inicio del programa que tenía a Leopoldo y a Aníbal Del Mar, quien hacía el papel del "Tremendo Juez".
El Juez era el magistrado severo que quería hacer justicia; en la otra acera estaba Tres Patines, un verdadero pícaro cubano que buscaba la forma de desviar la atención y confundir al Juez. Los juicios eran despliegue de equívocos, engaños y triquiñuelas para burlar a la justicia, pero al final el tribunal radial José Candelario siempre iba "a la reja" con sentencia en rima.
Leopoldo nació en Jagüey Grande, Cuba, el 26 de diciembre de 1904. Trabajó de repartidor de pan, telegrafista y tabaquero, donde se convirtió en lector de tabaquería, donde tenía la responsabilidad de leer periódicos, revistas y libros a los empleados mientras estos trabajaban.
En 1926 incursiona en el teatro. En 1941, la emisora radial RHC Cadena Azul inaugura "La Tremenda Corte", con un éxito que aún no ha cesado en América Latina.
Cuando ya era un famoso, llegó el comunismo a Cuba, por lo que pronto deja el país y se establece en Miami.
Algunas publicaciones recuerdan a Tres Patines como un vividor simpático con una caradura de marca mayor, que no encuentra mayor pretexto para justificar sus fechorías que el amor a su "mamita", por la que hace cualquier cosa, así sea dejar sin un "quinto" a sus ocasionales compañeros de aventuras.
Tres Patines se las ingenió para inventar la comicidad, su onomástico pasó a ser el "Dìa de mi mono maniático mío, chico", para luego convertirse en el "día de mí hoy no mastico". Y de homenajeado, se convirtió en "Ojomenayado". Defectos de verbo con los que habitualmente perdían las ingenuas víctimas del ilustre pillo. Tres Patines dio cátedra del timo, del ingenio y la viveza de la calle.
Leopoldo Fernández encabezaba el elenco que incluía también a Florencio Castelló (Rudecindo Caldeiro y Escobilla alias "El curro"), Norma Zúñiga (Luz María Nananina) y Marco de Carlo (Patagonio Tucumán y Bandoneón).
A este cómico el mundo le debe muchos ratos de alegría. ¡Cosa más grande la vida, chico!