Ahora comprendo que mi presencia lo más seguro molestaba a más de uno en el periódico.Ningún periodista ocupado tiene tiempo para atender a un "manzanillo".Confieso que cuando estudiaba Periodismo en los años sesenta en la Universidad, fui "manzanillo".
Así llamaban a los que iban a las redacciones a ver y preguntar, sin ser periodistas.
Yo agradezco ahora a esos periodistas empíricos (sin estudios universitarios), que dedicaron parte de su importante tiempo para conversar conmigo.
No era el único manzanillo. Habían otros compañeros de salón que iban conmigo a estas visitas.
¿Qué queríamos nosotros? Sencillamente tener contacto con los famosos periodistas de la época. Conocer el sitio donde se hacían los periódicos.
Y casi siempre nos daban consejos útiles, basados en los años de experiencia en este ajetreado mundo periodístico.
Era la única forma de conocer "la realidad" del periodismo panameño, algo distinto al que nos enseñaban en las aulas de la universidad.
Esto nos motivó a querer escribir en estos periódicos. También participamos en programas radiales, donde era más fácil "manzanillar".
Es difícil para un profesor explicar la realidad del oficio a los alumnos, dentro del aula.
Allí se enseña la teoría, pero el trabajar con otros y conocer los intereses del medio, eso se aprende en la oficina de redacción.
Una de las diferencias entre los estudiantes de Periodismo de antes y los de ahora, es el entusiasmo por conocer lo que es este oficio.
Muchos profesores han desistido de llevar a sus alumnos a visitar redacciones... ¡porque ellos no quieren!
Llevar a los alumnos actuales a hacer trabajos de terreno es a veces decepcionante. Muchos faltan con las excusas más tontas.
Piensan que con el flamante título de licenciado se les abrirán las puertas del empleo.
Y esto vale para otras profesiones. La teoría es importante, no cabe duda. También vale el acercarse a la realidad del trabajo cotidiano.
En el Día del Periodista, (13 de noviembre) a cuarenta años de recibir mi diploma de licenciado, elevo mi pensamiento hacia los jóvenes "manzanillos" que revoloteaban por algunos redacciones.
