Las autoridades jordanas continúan interrogando a varios sospechosos de participar en los atentados del miércoles, mientras que miles de personas salieron ayer a las ciudades jordanas para condenar los atentados y dar su apoyo al rey Abdalá.
Además, según los medios locales, el monarca hachemí recibió las llamadas de varios líderes árabes y extranjeros.
Entre las llamadas de apoyo, los medios destacaron la del presidente estadounidense, George W. Bush, y la del primer ministro israelí, Ariel Sharon, que expresaron su solidaridad con el pueblo jordano el día después de los tres atentados en el centro de la capital.
En una comparecencia pública en la capital, el viceprimer ministro, Maruan Muasher, relató que el triple atentado suicida de anoche costó la vida a 59 personas, trece de ellas extranjeras, e hirió a 96 más.
Muasher explicó que entre "los muertos hay 33 ciudadanos jordanos, 6 iraquíes, 2 bahrainíes, un saudí, un sirio y un indonesio", además de puntualizar que quedan 13 cuerpos sin identificar, entre ellos los de los tres presuntos suicidas. El viceprimer ministro añadió que entre los 96 heridos que permanecen hospitalizados hay varios "en estado crítico", por lo que no pudo descartar que la cifra de fallecidos aumente en el futuro. Según las cifras oficiales, entre los heridos que permanecen hospitalizados hay cinco mujeres alemanas, un estadounidense y un suizo.
Muasher agradeció en nombre del pueblo jordano a los gobiernos de todos los países que han mostrado sus condolencias por los atentados terroristas. El responsable jordano agregó que los ataques contra los hoteles Radisson SAS, Hyatt Ammán y Days Inn "no tendrán ningún efecto en la determinación jordana de erradicar a los grupos terroristas".
