La agricultura protagonizó ayer viernes las intervenciones de las principales delegaciones en la conferencia de la OMC, desde el Grupo de Cairns, que exigió el fin de las barreras comerciales en el sector, pasando por Estados Unidos que se mostró comprensivo ante esa postura y la Unión Europea, mucho más cauta.
La agricultura es el único sector comercial en el seno de las negociaciones de la OMC que sigue recibiendo subsidios a la exportación, recordó en una conferencia de prensa el viceministro de Relaciones Exteriores argentino, Horacio Chighizola. La OMC, que abrió su IV conferencia ministerial en Doha bajo fuertes medidas de seguridad y con la incertidumbre sobre el resultado final, ha preparado un borrador cuyo capítulo agrícola satisface a todos y a ninguno por igual. Los subsidios agrícolas en los países más industrializados ascienden a más de 350.000 millones de dólares al año, según la OCDE, lo que representa casi 1.000 millones cada día.
Para el Grupo Cairns (18 grandes productores agrícolas y ganaderos mundiales), esos subsidios deben terminarse, y la conferencia de Doha debe acordar cuándo y cómo. Los representantes de este grupo de países exportadores agrícolas esperan de los 142 miembros de la OMC "un mandato de negociación ambicioso, que incluya objetivos y plazos claros", según el texto de un comunicado público difundido en Doha.
En la conferencia de Doha deben resolverse tres temas: "los subsidios a la exportación, los apoyos internos y el acceso a los mercados", consideró el ministro dalia (país fundador del Grupo de Cairns), John Fahey, en una rueda de prensa.
Los países del Grupo Cairns reconocen que hay preocupaciones "no comerciales" en el capítulo agrícola, pero esas consideraciones "deben ser tenidas en cuenta (...) solamente a través de medidas transparentes y centradas en el seno de la OMC". |