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TEMAS DE ACTUALIDAD
Cuatro cuarteles y dos estrellas
Raymundo A. Moore W.
Si bien es cierto que "cada pueblo tiene el gobierno que se merece", no menos cierto es que cada gobierno tiene la responsabilidad de educar a la población en dirección de exaltar el amor que los ciudadanos deben tener por su patria. Hoy es 4 de noviembre... ¡DIA DE LA BANDERA ! Pero, qué le dice eso al panameño común de hoy? ¿A ese hombre, esa mujer, a ese joven, a esa pléyade de gente que hoy se adornan con "beepers", con celulares, inalámbricos, etc.? ¿O a aquellos otros que no zafan del cyberespacio, enredados en el internet? ¿Les interesa de verdad saber que fue en defensa de nuestra Bandera, lo que un 9 de enero de 1964 causó la muerte a tantos panameños que se llenaron de patriotismo, para abrir una de las más importantes trochas cívicas que hoy nos permite ver flamear, majestuosa, nuestra Enseña tricolor, a lo largo y ancho de la república, especialmente sobre esa faja de territorio antes conocida como Zona del Canal (hoy áreas revertidas)? Para la mayoría, especialmente dentro del contexto de lo académico, la Bandera panameña tiene su génesis histórica desde la perspectiva de su diseño y confección, durante la heroica gesta separatista de 1903; pero, hoy, cuando el país se ahoga en un incontenible consumismo, ese rectángulo tricolor, de cuatro cuarteles y dos estrellas, es tan solo un artículo más que se adquiere -tanto en plástico como en tela- para "adornar"... lo que sea, durante los desfiles de este día. Y, a propósito de nacionalismo y amor por la Patria, transcribo para ustedes a continuación, un pequeño coloquio entre el Dr. Harmodio Arias y el periodista Ricardo Lince: -Doctor Arias, ¿cuál es la contribución más importante que usted le ha dado al país? -Haberle quitado a los panameños el complejo de lo norteamericano. (Revista Lotería, No. 361, Julio-Agosto, 1986, pág. 106). Entonces, el Día de la Bandera, como se le suele "celebrar" en estos últimos tiempos, en mi opinión, dista mucho de ser, en esencia, lo que en realidad debe significar, que no es otra cosa, ni más ni menos, que dignidad, independencia, soberanía, autodeterminación, civismo, respeto a las leyes y el orden, pero sobre todo, un imperecedero recuerdo, primero de nuestros próceres, y en forma generacional, de cada uno de los mártires que ofrendaron sus vidas como tributo para alcanzar nuestra plena soberanía, porque nuestra bandera, más que simbolizar, debe significar, eso que todos decimos llevar por dentro, o sea... ¡Amor a la Patria! ¡Au Revoir !
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