FAMILIA
Debate
sobre política antinarcótica: prohibición
versus legalización

Por: James A. Inciardi
Publicaciones Electrónicas
de USIS
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5. Los trabajos de investigación sobre los antecedentes
penales de los consumidores de heroína y de otras drogas
han documentado en forma convincente que aunque el consumo de
drogas tiende a intensificar y perpetuar la conducta delictiva,
generalmente no inicia una carrera de delincuencia.
Los estudios indican que la mayoría de los consumidores
callejeros de drogas involucrados en delitos, tenía su
carrera de delincuencia bien establecida antes de que comenzara
el consumo de narcóticos o cocaína.
6. Existe un gran número de trabajos que indican que
el uso indebido de drogas es una conducta sobremotivada, es decir,
que la dependencia física es secundaria a la amplia gama
de influencias que instigan y dominan el consumo y la búsqueda
de las drogas. El uso indebido de drogas es un desarreglo de
toda la persona, que afecta algunas o todas las funciones.
En la gran mayoría de los transgresores toxicómanos
existen problemas cognoscitivos, es común la disfunción
psicológica, el razonamiento puede ser poco realista o
desorganizado, los valores deformados y frecuentemente hay una
escasa educación y capacitación para trabajar.
Como tal, el uso indebido de drogas es una reacción
a una serie de trastornos sociales y psicológicos. Por
tanto, el propósito del tratamiento debe ser la "habilitación"
y no la "rehabilitación". Mientras que la rehabilitación
pone énfasis en el retorno a un tipo de vida conocida
previamente o quizá olvidada o rechazada, la habilitación
implica la adaptación social inicial del individuo a una
forma de vida productiva.
7. El enfoque de la guerra contra las drogas puede cambiarse.
Creo que necesitamos indudablemente hacer cumplir las leyes de
drogas, pero se hace demasiado hincapié en ello en la
política actual. Hay que pasar parte de esos fondos a
programas de tratamiento dentro de la justicia penal.
8. La fiscalización de las drogas debe permanecer dentro
del sector de la justicia penal por varias razones muy buenas.
El programa Prognosis del Consumo de Drogas (DUF) indica claramente
que la mayoría de los arrestados en zonas urbanas tiene
que ver con las drogas. Además, investigaciones recientes
demuestran no sólo que el tratamiento para la toxicomanía
da resultado, sino que el tratamiento obligado es el más
efectivo. La variable clave que tiene más relación
con el éxito del tratamiento es "el tiempo que el
individuo permanece en tratamiento", y los que son forzados
a aceptar el tratamiento permanecen en él por un tiempo
más prolongado que los voluntarios, y al permanecer por
más tiempo se benefician más. Por lo tanto, deben
ampliarse los esfuerzos de tratamiento obligatorio para los toxicómanos
involucrados en delitos relacionados con las drogas.
9. Puesto que la "guerra contra las drogas" continuará,
el empleo del sistema de justicia penal debe estructurarse en
forma más humana. Lo cual puede hacerse mejor utilizando
el tratamiento en lugar del encarcelamiento y el tratamiento
en centros penitenciarios para los que terminan en cárceles
o prisiones.
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