De todas las cosas bellas que tiene Panamá, el fervor por los desfiles patrios no tiene comparación. Cientos de niños y jóvenes de todas partes del país lucen sus mejores galas para rendirle honor al suelo que los vio nacer.
Como ángeles representativos de la belleza de las panameñas, durante la celebración de los 105 años de nuestra separación de la Gran Colombia, las batuteras de las distintas delegaciones hicieron un derroche de elegancia, carisma y talento, donaires que provocaron la admiración de nacionales y extranjeros.
De todas las edades y sin importar el candente sol o la pertinaz lluvia, las chicas sonreían altivas y emocionadas de participar de estas festividades que lograron cautivar las miradas de todos los que disfrutaban de estas fiestas.