Una mala noticia empañó el amanecer del domingo cuando el paciente siquiátrico Narciso Ortiz Mosquera, de 39 años, decidió quitarse la vida lanzándose de la sala 8, ubicado en el tercer alto del Hospital Manuel Amador Guerrero, cayó en el techo y murió.
Lo más triste es que Ortiz cumplía ese mismo día, 40 años, y su suicidio deja un vacío a la familia que siempre estaba pendiente de su condición de salud.
Una de las hermanas de Narciso, Leonor Ortiz dijo con tristeza que otra hermana, Ana Luisa, sólo estuvo el sábado con el regalo de cumpleaños que no pudo disfrutar.
María Ortiz, hermana de Narciso, denunció negligencia del personal del hospital que atendía a su hermano porque no lo amarraron para impedir que se tirara, ya conociendo que en otra ocasión intentó hacer lo mismo.
Toda la familia llegó al hospital para confirmar que quien estaba en el techo era Narciso, tenía 16 días de estar hospitalizado.
Su esposa Estela Góndola indicó que cada vez que lo visitaba le pedía a las enfermeras que lo soltaran, pero al retirarse estaban pendientes que lo volvieran a sujetar de la cama.
El occiso había tenido un accidente de tránsito porque al conducir un taxi colisionó con un bus de la ruta Puerto Escondido que le provocó una cirugía en la cabeza hacía unos tres años.
Antonia de Ortiz, madre de Narciso, pidió a las autoridades que se investigue cómo su hijo se lanzó, lo que significó que no se le amarró.