El obrero Josemil Santos Pineda murió a puñaladas en El Valle de Urracá, San Miguelito. Sus presuntos asesinos son tres menores (15, 16 y 17 años) quienes lo asesinaron para robarle siete dólares, un celular y un reloj.
La Policía recuperó sólo cinco balboas y el teléfono. Los adolescentes sospechosos fueron capturados por la Dirección de Información e Investigación Policial, DIIP, en la Barriada 2000, en Cerro Batea, también en San Miguelito.
Santos Pineda, de 35 años, había cobrado ese día, y venía de tomarse unos tragos en casa de unos amigos, cuando sus victimarios, presumiblemente los jovenzuelos que están retenidos, se cruzaron en su camino para cometer su fechoría y asesinarle.
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