Dos jóvenes residentes en el distrito de Penonomé decidieron ahorcarse este fin de semana. Uno tenía 19 años, y el otro de apenas 21. Ceferino Sánchez, el de 19 años, fue encontrado colgado de un árbol en la falda de un cerro en la comunidad de Sagrejá, en el área norte de Penonomé. El chico era muy querido entre sus vecinos, quienes no se reponen de la tragedia.
Los primeros informes señalan que el joven salió el pasado sábado a las 6:00 a.m. de su vivienda en busca de unas naranjas. Nunca regresó. Sus familiares se enteraron por los vecinos que Ceferino había decidido quitarse la vida.
Monte Lirio, en Chorrerita de Penonomé, fue escenario del otro triste suceso. Allí Eustaquio Aguilar, de 21 años, se colgó dentro de su propia casa. El joven, quien residía cerca del tanque de agua, fue encontrado en la sala de su residencia con el extremo de una soga atada al cuello, mientras el otro cabo lo ató a una viga. El hermano encontró el cadáver.
En ninguno de estos casos se conocen las razones que motivaron el suicidio.Los especialistas han identificado la ahorcadura como una de las formas más desagradables de suicidio -aunque todas lo son-, pues la víctima demora mucho en morir (entre cinco y ocho minutos).
Cuando el suicida se cuelga a una altura considerable, también pueden generarse fracturas en las vertebras cervicales. Con frecuencia se encuentran hemorragias internas y en las conjuntivas (los ojos).
Se aconseja que cuando se sospecha que un familiar o amigo está pensando en el suicidio, se le dé oportunidad para que hable y se desahogue. "Lo que menos necesita un suicida es consejo, sino conversar de sus problemas", señaló un experto consultado. |