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El portavoz de la última insurrección militar contra el Gobierno venezolano, el general de División Enrique Medina Gómez, insiste en que sólo aceptarán la renuncia del presidente, Hugo Chávez, y que no están dispuestos a entregarse.
"La renuncia es la única salida" y "Las elecciones tienen que ser sin Chávez" son los respectivos titulares de una entrevista con el líder rebelde que publicaron ayer "El Universal" y "El Nacional", los más importantes diarios venezolanos y acérrimos críticos de Chávez.
El general Medina Goméz no se cuestiona en ellas que el presidente venezolano pueda presentarse a unas nuevas elecciones y ganarlas: "Nosotros no nos hemos planteado nunca ese escenario. Lo que hemos planteado es su renuncia y un proceso de elecciones libres en el cual Chávez no participe". Tampoco admite la posibilidad de estar equivocado y asegura que "no tiene sentido" que una mayoría pueda decidir en elecciones libres la continuidad en el poder de Chávez.
"Le insisto: Un escenario en el cual Chávez regresa no está planteado", añade el general rebelde, que termina por admitir que "si la decisión es que Chávez regrese, pues habría que cerrar las santamarías (echar el cierre) y decir adiós a Venezuela. Este no es el país que nosotros queremos". Tampoco vacila respecto a la continuación de su insumisión y asegura que "la única forma de someternos es a través de la violencia".
Desde el pasado martes, cuando llamó a la insurrección civil y militar junto a otros 13 altos mandos, varios de ellos implicados en el golpe de Estado de abril, Medina Goméz y sus compañeros permanecen en rebeldía en una plaza de Caracas, arropados por cientos de civiles adeptos.
En las entrevistas, Medina Gómez desestima abiertamente la validez de las recientes órdenes de detención de un juez contra varios militares insurrectos y líderes civiles que los apoyan, y asegura que si se producen muertes "sería responsabilidad de un gobierno que desconoce la movilización pacífica".
Para el general rebelde, ex agregado militar en Washington hasta después del golpe de Estado del 11 de abril, la insurrección que ahora abandera es parte de un "coalición cívico militar abierta al mundo, que protagoniza una rebelión activa, pero pacífica".
Reconoce que "ahora pretendemos hacer lo mismo", y se refiere al 11 de abril, cuando Chávez "supo que todo el cuerpo de generales, los comandantes y la totalidad de las guarniciones lo repudiaban, no le quedó más remedio que renunciar a la medianoche, sin ninguna presión".
Asegura que los militares que no están de su lado que "se están comportando como borregos, no han tomado conciencia de sus responsabilidades con la organización y han prefeDemocracia", firmada por el Gobierno y algunos sectores de la oposición. |
