El hablar mal del prójimo es para muchos un deporte o su razón de ser. La gente que se expresa mal de compañeros, amigos, vecinos y hasta parientes, usted la encuentra en todos lados. Son como una plaga que florece sin necesidad de cultivarla.
Se produce una reunión cualquiera y los presentes en vez de conversar temas edificantes, se dedican a destruir al resto de las personas que no participan en ese momento.
Sin duda este tipo de sujetos nunca gozaron de una buena educación por parte de sus padres. En la mayoría de los hogares se nos enseña que hay que respetar al prójimo y alejarnos del bochinche.
¿Qué gana una persona determinada con hablar mal de otra?. Creo que nada, pero así son los que recurren a la habladuría para destruir al otro.
Lo peor de todo es que hay gente que tiene una larga cola de paja y deberían llevar consigo un letrero que diga: ¡peligro no fume a menos de un metro".
Como diría "Lencho", un filósofo popular de San Miguelito: "vive tu vida". |