Miami será sede de la más importante cumbre sobre la integración comercial hemisférica desde 1994.
Pero, como lo pintan algunos especialistas y economistas, la América Latina parece rechazar la idea de hacer un Área de Libre Comercio mientras existan serias divergencias entre las naciones superdesarrolladas, de que persista la política neoliberal de privatizar las entidades públicas de electricidad, agua, seguridad social y telefonía, aunando con la presión constante del pago de la deuda interna y externa.
El creciente movimiento social en rechazo a la integración regional también teme que Estados Unidos y Canadá, las grandes potencias del continente, desplacen con sus profesionales a los trabajadores de nuestros países pobres.
De igual manera, las preferencias y subsidios agrícolas que brinda Washington a sus granjeros, hace difícil que los productos del campo procedentes de América Latina compitan en igualdad de normas con la manzana californiana y las naranjas floridianas.
El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) tiene también otros impedimentos: la regulación de la migración de latinos y la hegemonía política de Estados Unidos, representan una barrera clave que dejará muchos cabos sueltos en la conformación de una zona aduanera hemisférica para el año 2005.
Nuestro parecer es que el ALCA, por improcedente, va directo al fracaso. |