Temor por emanaciones de lava

Ambato
AP
Ligeras emanaciones de lava y explosiones producidas por el volcán Tungurahua aumentaban ayer el temor por una erupción y por sus impredecibles consecuencias sobre una vasta zona rural. Hacia la medianoche de ayer, el volcán emanó pequeños ríos de magma que bajaron lentamente por una de las laderas por 10 minutos sin que haya llegado hasta ninguna zona poblada. Un evento similar se registró en la madrugada, cuando testigos pudieron apreciar en medio de la oscuridad un fluido color rojo que también llegó hasta la mitad de la ladera. Otros moradores del sector dijeron que desde la víspera se oyen frecuentes explosiones, las primeras desde que el volcán mostró signos de actividad con emanaciones de humo en septiembre pasado. Ambos acontecimientos han aumentado la preocupación sobre una posible erupción a corto plazo. Las explosiones han sido oídas hasta unos cinco kilómetros de distancia por pobladores que manifiestan su temor por una erupción que, según los técnicos, podría producirse ``en cuestión de días o semanas''. También es posible escuchar rugidos provenientes de las entrañas de la montaña. El Tungurahua suele estar ocultado por nubes o en medio de una cadena montañosa de la Cordillera de los Andes. Su altura es de 5.016 metros sobre el nivel del mar. El volcán lanza columnas de vapor de agua, ceniza y sulfuro de azufre desde hace más de un mes, y las autoridades ordenaron la evacuación de 25.000 habitantes de poblados y caseríos cercanos. Ambato, un poblado de 300.000 habitantes a 120 kilómetros al sur de Quito, es la ciudad más cercana al volcán, del cual lo separan unos 30 kilómetros. Sin embargo, las autoridades aseguran que está fuera de peligro. Los vulcanólogos han señalado que se registra ``una acumulación de energía'' en el volcán, que podría desembocar en una explosión de lava y rocas, en dimensiones imposibles de determinar.
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