Los principales responsables estadounidenses en Irak reconocieron que la ola de violencia sectaria que sacude este país ha llevado a que Washington cambie su estrategia militar sobre el terreno.
En rueda de prensa junto con el comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas en Irak, general George Casey, el embajador de EE.UU. en Bagdad, Zalmay Jalilzadeh, dijo que su gobierno "introducirá cambios en la estrategia que sigue" en territorio iraquí, a la vez que reconoció que la situación en ese país "no es fácil".
De este modo, dijo el embajador, la estrategia de Washington en Irak "no se llevará a efecto sin sufrir reveses".
Por otra parte, Jalilzadeh acusó a Siria e Irán, junto a "todas las fuerzas extremistas de Irak", de estar involucrados en la espiral de violencia que azota a ese país.
A juicio del diplomático norteamericano, esos dos países "temen el éxito de Irak", por lo que intentan como pueden "prolongar el conflicto y causarnos enormes perdidas. Ambos estados procuran que Irak no recupere la estabilidad".
Respecto a la violencia, el embajador subrayó la importancia de que el gobierno y los dirigentes políticos iraquíes superen las diferencias entre ellos sobre los asuntos claves para recuperar la estabilidad de Irak.
El anuncio del cambio de estrategia se produce después de que más de 90 soldados estadounidenses han muerto en Irak en lo que va de mes de octubre, el más letal del año para el Ejercito norteamericano en ese país donde ya han perdido la vida más de 2, 780 uniformados desde la invasión y ocupación, en marzo de 2003.
Ayer el mando norteamericano anunció la muerte de dos "marines" estadounidenses en una "acción enemiga" en la provincia de Al Anbar.
INTERVENCIóN
Desde el 20 de marzo de 2003, Estados Unidos ocupó el territorio iraquí y sólo ha encontrado dura resistencia de los grupos insurgentes locales.