Los creyentes afirman que la fe mueve montañas y hace milagros. En Portobelo, un pequeño pueblo en el Atlántico de Panamá, se congregan anualmente miles de fieles que muestran su agradecimiento a los favores recibidos por el Nazareno, también llamado el Cristo Negro. Se realizan largas caminatas colectivas de rodillas, personas que se arrastran por las calles son, entre otras, las muestras de sacrificios, en las que está incluida lacerarse la piel con velas. De allí, que cada 21 de octubre, el pequeño pueblo se llene de creyentes, sin embargo, este año, a diferencia de otros, el número de visitantes disminuyó el Portobelo. En el pueblo se comenta que la aplicación del "Pele Police" fue la gran causante. "Muchos de los seguidores del Cristo son de pueblo, y algunos no están en paz con la justicia", dijo una de las peregrinas, quien caminó 16 horas para llegar al templo en el que permanece el "Naza".Mientras, otros cantaban, en medio de una procesión de fe católica: "¡No hay dolor, no hay dolor!"