Con la tristeza típica de una despedida que no se espera, Rosa Ávila, junto a familiares y amigos, le dio el último adiós a su pequeña de 2 años y 10 meses: Ángela Rosa Rivera Ávila, la mañana de ayer, viernes, en la Iglesia de Fátima, ubicada en el barrio de El Chorrillo.
Una nutrida congregación acompañó a la pequeña Ángela en sus últimos momentos en el mundo terrenal.
Antes de llegar a la iglesia, el ataúd blanco con el cuerpecito de la infante vestida de blanco, fue paseado por varias calles del populoso barrio que la vio nacer y reír.
El párroco que presidió la homilía, considera que esa fue la gota que derramó el vaso, pues considera que la gente se está volviendo inmune a las balaceras y a los muertos producto de la violencia.
Horas después de que Ángela recibió santa sepultura en el cementerio Amador, la madre reunió a niños del barrio y cantó el cumpleaños de la niña, como se lo había prometido.
Una controversia ha surgido tras la muerte de la inocente: mientras la familia de la menor acusan a miembros de la pandilla conocida como "Bagdad", estos dicen ser inocentes.
Ángela recibió un balazo en la cabeza la noche del lunes mientras tomaba una mamadera en el sillón de su casa, en El Chorrillo.