Italia vivió una jornada de caos y enormes dificultades, debido a la huelga del sector público convocada por varios sindicatos y las manifestaciones organizadas en las grandes ciudades contra la política económica y social del Gobierno de Silvio Berlusconi.
Los sindicatos de base Cub, Cobas y SdL convocaron una huelga de 24 horas en los sectores del transporte, la sanidad y la educación.