Everardo Rovira Marquínez, de 26 años, "secretario" de un Coaster, quien fue privado de libertad y asesinado en la noche del pasado viernes por varios antisociales, no estuvo preso, aseguró su madre.
Dos niños dejó en la orfandad la víctima, que acompañó esa noche a un amigo que trabajaba de bombero en la estación de gasolina del centro comercial La Gran Estación, en San Miguelito.
El cadáver de Rovira presentaba más de una docena de orificios y fue abandonado en un herbazal del campo del Club de Equitación, en Clayton.
"Chacalín", mote del difunto, recibirá sagrada sepultura hoy, viernes, y sus familiares quieren dejar claro que jamás estuvo detrás de una reja o condenado por algún delito.
La primera información que se publicó fue imprecisa y no fue hasta ayer, jueves, que se estableció contacto con sus familiares, quienes dan fe de su buena conducta con vecinos y amigos.
MISTERIO
En una incógnita se ha convertido el homicidio de "Chacalín" para la DIIP de Betania, San Miguelito y la PTJ, quienes tratan de unir los cabos sueltos del sangriento asesinato.
Para las autoridades, en un principio se trataba de un robo, pero eso fue descartado, ya que no se llevaron dinero alguno.
Otro motivo al que apuntaban los peritos encargados del caso, era que "Chacalín" se había quedado con el arma de fuego que un amigo le prestó, pero su madre dijo que él no tenía pistola.