Ya estábamos avisados; pero el último aumento en los precios del combustible duele de todos modos en el bolsillo de los conductores, transportistas y empresas panameñas.
A partir de ayer, el ya estratosférico costo de la gasolina de 95 octanos subió dos centavos más el galón, mientras que la variedad de 91 octanos aumentó cinco centavos.
Por su parte, el galón de diesel liviano está ahora 10 centavos más caro, y el diesel marino, nueve centavos.
El cilindro de gas de 60 libras aumentó 85 centavos; el de 100 libras, un balboa con 42 centavos.
El panorama a futuro no se ve nada alentador. La cotización del barril de crudo de Texas, usada como referencia para los precios de los derivados del petróleo en Panamá, cerró ayer en $54.76; estableciendo un nuevo récord que ya se viene rompiendo a un ritmo casi diario.
Según el Ministro de Comercio e Industrias, Alejandro Ferrer, el gobierno busca una serie de medidas a corto plazo para tratar de minimizar el efecto de las fluctuaciones del precio internacional del petróleo en la economía nacional mediante interconexciones energéticas con países vecinos.