"El diablo rojo" se le prendió y casi lo quema.
Conducía tranquilamente cuando de repente el "diablo" empezó a echar humo y como no tenía extintor los nervios se le pusieron de punta.
Inmediatamente sacó el celular y comenzó a llamar al propietario del bus pidiendo ayuda urgentemente.
En medio de las llamas y de la desesperación unos colegas buseros se dignaron a prestarle la ayuda y le proporcionaron extintores para controlar el incendio.
El chofer conducía un autobús de la ruta Veranillo, con matrícula B-604.
El incidente ocurrió el miércoles ante la mirada atónita de peatones y conductores.