La concesión del Nobel de Literatura a Orham Pamuk -primer turco que lo recibe en la historia- ha sido muy celebrada su país, pues el reconocimiento a este maestro de la novela moderna permitirá dar a conocer la literatura turca en todo el mundo.
Sin embargo, muchos en Turquía han lamentado la "triste coincidencia" que supone para el escritor el hecho de que su galardón coincida con una decisión altamente sensible para Turquía: la que ayer tomó el parlamento francés para castigar a los "negacionistas" del genocidio armenio en 1919.
Y es que Pamuk ha cobrado gran notoriedad dentro y fuera de Turquía no solo por sus dotes literarias, sino por haber afirmado en una entrevista con un semanario alemán que un millón de armenios habían muerto a manos de los turcos en 1919, una acusación que le llevó a los tribunales -de los que salió absuelto- y que le granjeó enemigos entre los círculos nacionalistas.
El ministro turco de Exteriores, Abdullah Gul, dijo que mientras algunos asuntos cotidianos serán un día olvidados, el Premio Nobel será recordado para siempre. "El Nobel es un premio muy importante, en particular el de Literatura, y es importante que lo consiga Turquía. Estoy feliz de que se lo haya llevado un turco", dijo.