Los reportajes internacionales publicados los últimos días advierten del posible peligro de quiebra de la empresa Levi Strauss and Co., creadora de los famosos blue jeans americanos. Todavía recuerdo como si fuera ayer, cuando por allá por los años 50 mi padre me trajo de regalo de los Estados Unidos un jean, un ajustado pantalón que me hizo sentir como si estuviera aprisionado por un rígido molde. Era la moda que recién entraba al país y como tal, había que aceptarla, a pesar de no sentirla muy varonil por estar acostumbrado a los pantalones anchos que imperaban en esos años.
No obstante, el uso del "diablo fuerte" tiene mucha historia. Hace 150 años atrás, Levi Strauss, un inmigrante alemán, creó el jean en los Estados Unidos, tratando de obtener una ropa resistente para los mineros que buscaban oro en California. De aquí que los primeros jeans fueron hechos con la tela de las toldas de las carretas del viejo oeste americano.
Hoy día la empresa Levi Strauss, la marca más famosa en esta línea de ropa, se ha visto presionada por la proliferación de la competencia, tanto de líneas costosas de diseñadores exclusivos, como las de uso popular. De aquí se menciona que esta compañía ha debido reducir personal y se asoció con tiendas especializadas a fin de poder recuperar otra vez el mercado.
La verdad es que resulta impresionante, sobre todo en nuestras juventudes, cómo se ha recurrido al uso de los jeans para palear las dificultades económicas que vivimos. Es una prenda de ropa que además de ser utilizado en un principio por las mujeres como símbolo sexual, no le afecta el sucio, ni la falta de planchado y su compra tiene una verdadera variedad accesible de precios. |