La vida no es nada fácil. Cada día nos trae retos personales. Trato de entender a los amigos, pero cada cabeza es un mundo. Cada quien camina con una cruz a cuesta. A veces algunos la disimulan con una sonrisa permanente, pero la procesión la llevan por dentro.
De todo hay en la viña del Señor. Son situaciones que se producen día a día, que tienen protagonistas aquí y en cualquier lugar, porque somos seres a los que nos mueve el sentimiento.
Está la chica que se separó de un esposo que hoy reclama volver. Ella dura como la roca se niega al retorno. Quizás el amor que hace un par de años los unió, hoy se apagó en ella.
Igual sucede con la compañera de trabajo que no cree en las palabras del amigo, que le asegura que no anda en ninguna travesura sentimental, pero ella cree lo que quiere y cruza apuestas para "verlo caer".
La lista incluye al joven inexperto que se enamora de la mujer equivocada y suelta lágrimas al escuchar alguna canción que le recuerda a su amor no correspondido.
Están las chicas que se enamoran de un hombre lejano u ocupado que la hace sufrir, pero que anteponen su amor a cualquier mal momento. Ellas perdonan todo, porque consideran que la vida tiene pocos momentos felices y cuando llegan hay que disfrutarlos y no dejarlos escapar.
Está el chico que ama a una mujer que también dice que siente lo mismo, pero no concretan nada. El propone desaparecer del mapa y ella llora desconsoladamente. No lo quiere dejar ir. ¿Quién los entiende?.
No puede faltar el miedo a la muerte. Los jóvenes que observan a la abuela a la que se le acaba el tiempo. Es la anciana que a veces nos irrita llamándonos la atención. A la larga comprendemos que ella tenía razón o sino entendemos que la abuela tuya, la mía y la de todos merecen un respeto.
En la lista siguen los "dañinos". Es la gente que goza con el sufrimiento de los otros y hace fiesta con los problemas de los demás, sin saber que a la vuelta de la esquina, puede enfrentar un drama como el que vive el vecino, el amigo o el compañero de trabajo.
Todos en algún momento de nuestras vidas tenemos dificultades como las señaladas aquí.
Este creo no es para nadie en particular, es para todo. Ojalá nos sirva para convertirnos en mejores personas, porque como diría una buena amiga: "quién puede tirar la primera piedra". |