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La embajadora de los Estados Unidos en Panamá, Linda Watts, dejó en estos días de lado sus funciones diplomáticas y las reemplazó por las de procónsul, al emitir conceptos y puntos de vista con sentido crítico sobre algunos aspectos de la realidad nacional. Instruida en estrategias de sondeo rápido, la más alta funcionaria del cuerpo diplomático norteamericano destacado en nuestro medio, emitió sus comentarios y se retiró a su país para observar las reacciones, las cuales no se hicieron esperar y ya sobrepasan las expectativas.
Watts, no sólo gozaba del trato que se concede a los representantes diplomáticos, si no que también se reunía con productores y autoridades regionales de Panamá. Pero, ¿Cuáles fueron esos comentarios que levantaron tanta roncha en la clase política y gobernante local? Veamos:
Todo votante debe exigir, primero de sus candidatos y luego de sus funcionarios públicos electos, un desempeño de ciudadanos ejemplares que cumplen con las leyes y respeten la ética. Si estos líderes violan las normas éticas, no deberían ser electos, y muchos menos reelegidos.
Me preocupa mucha la inmunidad parlamentaria. Es un concepto que perjudica al sistema democrático porque establece que ciertas personas están por encima de la ley.
Las únicas recompensas que debe recibir el funcionario público son su salario y la satisfacción del deber bien cumplido.
Panamá puede mejorar mucho su gobernabilidad si profesionaliza a sus funcionarios públicos.
Para Panamá la existencia de leyes y regulaciones no es ningún consuelo, si no se puede esperar el mismo resultado cada vez que se aplica la misma ley.
Los servicios públicos tienen que ser abiertos a la crítica de los medios.
Ahora me viene a la mente la exhortación bíblica que dice "no busques la paja en el ojo ajeno". |
