España, que precisa una victoria en Armenia y que Grecia no venza a Irlanda del Norte, e Inglaterra, obligada a puntuar en Turquía, sin un solo seguidor de su parte, afrontan bajo presión la última jornada de la fase de clasificación de la Eurocopa, que se disputará mañana sábado.
España llega a la jornada final en una situación insospechada, tanto por el dominio que había ejercido en el grupo como por su historia.
El fútbol español, presente en todas las fases finales desde 1992, se había acostumbrado a convertir en un trámite su acceso al torneo decisivo.
No es más sencilla la misión inglesa en Estambul, adonde acude sacudida por los sucesivos escándalos que le han azotado en el último mes.
Primero, fueron las acusaciones de violación que pesan sobre varios jugadores de la Liga, después la exclusión del defensa Rio Ferdinand de la selección por no someterse a un control antidopaje y la consiguiente amenaza de plante de los internacionales. |