A 20 aumentaron las muertes y a 31 los pacientes afectados por el letal síndrome que continúa siendo un misterio tanto para las autoridades de Salud como para los panameños. Hasta ahora los resultados sólo muestran que es provocado por un agente tóxico.
El último deceso ha confundido más a las autoridades, pues los análisis clínicos descartaban el uso del medicamento Lisinopril, que está siendo retirado provisionalmente del mercado panameño. El paciente era un hombre de más de 50 años y con problemas de hipertensión.
El director de la CSS, René Luciani, señaló que el medicamento fue retirado de todas las farmacias de esta institución en las cuales se le ha despachado a 1, 500 pacientes el producto sustituto.
Explicó que durante la pasada huelga realizada por funcionarios de esta institución, en el mes de agosto, no se contaminaron los medicamentos, puesto que se mantuvieron los controles.
Dijo que el medicamento Lisinopril se adquirió en una licitación pública a un costo de B/.2, 650, 000, costo superior al que se adquiría el Enalapril por el cual fue reemplazado por sugerencia de médicos cardiólogos y previa aprobación de la Comisión de Medicamentos.
Por su parte, el ministro de Salud, Camilo Alleyne, destacó que continúan trabajando intensamente en determinar cuáles son los factores que están ocasionando este síndrome con investigaciones que se realizan tanto en el Instituto Conmemorativo Gorgas como en el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta, en Estados Unidos.
Alleyne reiteró que las personas que presenten síntomas como vómito, diarrea, fiebre, disminución de la cantidad de orina o problemas de debilidad general deben acudir al Centro de Salud, policlínica u hospital más cercano.
En tanto, Rosario Turner, jefa de Prestaciones Médicas de la CSS, advirtió que la empresa negó que este medicamento tuviera algún tipo de efectos adversos en otras latitudes.