EDITORIAL
Guerra contra el terror
El contraataque iniciado por Estados Unidos contra Afganistán de salida origina una gran preocupación: las reacciones que podrán tener los grupos terroristas controlados por el saudí Osama bin Landen. Hay que estar conscientes que los bombardeos que desde el domingo lanzaron Estados Unidos y sus aliados contra las instalaciones del régimen talibán, tendrán repercusiones y como bien lo ha dicho el denominado Rey del Terror: "nadie está seguro".
Lo peligroso de la situación es que Osama bin Laden está planteando una guerra religiosa, pregonando que el problema es una lucha entre creyentes e infieles. De la cruzada antiterrorista planteada por el presidente George Bush contra los sospechosos del mortífero ataque a las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, ahora el conflicto se plantea como una guerra religiosa, donde el fanatismo se puede exacerbar más.
La guerra apenas registra sus primeras batallas. El acabar con los grupos terroristas que operan en el mundo no será cosa fácil y mientras tanto todas las naciones están bajo la amenaza de los locos del terror. Habrá muchas víctimas de lado y lado. Sin duda que en los ataques de Estados Unidos, tal como sucedió en Nueva York y Washington, caerán muchos civiles que no tienen nada que ver con el conflicto. Resulta una incógnita cuál será el giro futuro que tendrá esta guerra y cuál será la reacción futura de los pueblos de los países involucrados.
La Segunda Guerra Mundial cobró la vida de 36 millones de personas, cifra que sólo mencionarla provoca espanto, sobre todo en estos tiempos en que el poderío bélico de las naciones y de las organizaciones terroristas, se ha incrementado.
Por ahora, Estados Unidos se ha cuidado de actuar con legitimidad buscando previamente el apoyo internacional para su Operación "Libertad Duradera". Ojalá que la tensión que vive el mundo desde el 11 de septiembre del 2001 acabe pronto. Que se desmantelen las redes del terrorismo y vuelva la paz en el mundo, es el clamor.
PUNTO CRITICO |
 |
|