CUARTILLAS
Ejemplo
Milcíades A. Ortiz Jr.
Las jóvenes universitarias
me pidieron asesoría, para hacer una encuesta sobre el consumo de
bebidas alcohólicas en nuestra Facultad. Les di orientaciones, sugerí
preguntas y otros detalles técnicos.
Luego de varios días se aparecieron nuevamente en el despacho,
reídas y contentas, porque habían realizado con éxito
su tarea (que es para otro profesor).
Quise saber el resultado de la encuesta, aunque comprendo que fue pequeña
y no se puede generalizar. Me dijeron que encontraron que cerca de un cuarenta
por ciento de jóvenes de dieciocho a veinte años consumen
bebidas alcohólicas.
Ellas, hallaron esa cifra alta, lo cual indiqué que era así,
porque se trata de jóvenes universitarios, que uno se imagina que
tienen elevada auto-estima, y están estudiando una carrera profesional.
Sin embargo, les comenté sobre el vicio del consumo de licor y
sus consecuencias sociales. Cómo afecta a la sociedad la existencia
de profesionales borrachos; cómo aumentan los accidentes de tránsito
cuando se consumen bebidas alcohólicas en grandes cantidades y otros
aspectos.
Las estudiantes deseaban que les diera mayores detalles respecto a por
qué la gente toma licor en forma exagerada. Les indiqué varias
causas que han sido mencionados en diversos textos, producto de estudios
serios hechos por reconocidas autoridades de las ciencias de la conducta.
Entonces una de las jóvenes preguntó con candor si yo tomaba
licor. Me sonreí porque esperaba esa pregunta desde hace minutos
y pienso que por respeto no lo había hecho (aunque les digo a mis
alumnos de Periodismo que un reportero tiene licencia para preguntar lo
que quiera).
Les dije que tomaba solamente cuando me obligaban. Eso no lo entendieron,
porque pidieron explicaciones. Entonces les expliqué que por mi propia
voluntad no tomo una gota de licor. Sin embargo, tomo vino, cerveza o bebidas
algo más fuerte, si me obligan a hacerlo.
Vi en los rostros de las jovencitas la duda y el asombro. Seguramente
se preguntaban "cómo pueden obligar al profesor a hacer algo?".
Les expliqué que a veces uno tiene que hacer lo mismo que sus
amigos, para no disgustarlos. (Esto tampoco lo aceptaron de buenas a primeras
y tienen toda la razón).
Riéndome les di ejemplos: a veces estoy en una reunión
y me veo obligado a tomar licor para no molestar a quienes sí lo
hacen con regularidad. Esto es así, porque hay gente que se molesta
cuando Ud. no quiere "acompañarlo" con un trago. Para evitar
explicaciones que no entenderán, prefiero consumir algo de licor.
Pero no llego a emborracharme, les advertí a las jovencitas. Y
les di varios consejos sobre cómo consumir licor a lo que llaman
"manera social", ya que un Periodista a veces se encuentra en
esa encrucijada.
Una de las jóvenes dijo: "Ud. es un mal ejemplo para nuestra
tarea, ya que queríamos saber porqué se toma". Entonces
cambiaron la pregunta y quisieron saber por qué no tomaba. Aquí
me quedé sin argumentos y estuve pensando al respecto por varias
horas.
¿Será porque mi padre no consumía licor? (Tampoco
fumaba, cosa que yo no hago) Entonces, ¿es cierto que los hijos siguen
los ejemplos de los padres? (Pero conozco casos de bebedores que no tuvieron
a su padre al lado. ¿Será que el vicio del licor se transmite
por los genes? Hay gente que toma licor y sus padres eran abstemios).
Total: esta pregunta es buena para seguir profundizando con un estudio
más detallado. Así como hay gente que no fuma, otros no pueden
dejar el cigarrillo, aunque en ello se les va la vida.
Exhorté a las jóvenes a continuar buscando ejemplos para
realizar su tarea lo mejor posible, abarcando todos los ángulos de
esta situación, que a estas alturas de mi vida me dejó meditando
un poco.
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