A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
El Forastero
El pueblo amaneció
como si toda la noche hubiera estado cayendo una llovizna de cenizas. Fue
un despertar gris y muy perezoso. Un hombre se bajó del autobus en
la parada de la esquina y rápidamente cruzó la calle y entró
a la cantina. Sentado alrededor del mostrador, mira por arriba de las persianas
y se da cuenta de que el pueblo todavía sufre una terrible goma por
la larga parranda patronal de cinco días. Y mirando un cielo encapotado,
piensa que lo mejor sería que se desparramará un torrencial
aguacero para que sus corrientes se llevaran toda la inmundicia, desechos
y basuras que generan la bajas pasiones humanas. Al pedido de un trago de
ginebra, el cantinero, con una cara de búho trasnochado, automáticamente
se lo sirve al visitante. Mientras lo saborea, se da cuenta de que en un
rincón de la cantina se encuentran dos hombres amanecidos que con
voz aguardentosa conversaban. Casi no se les entiende porque sus cuerdas
vocales están desafinadas por el rastrillo del seco. Sin embargo,
escucha este diálogo.
-Mira, el pueblo es el que hace las fiestas y ya quiere caras nuevas
en la dirección. Un grupito se ha perpetuado y desde hace más
de una década son los mismos. Al año rinden un informe de
finanzas muy generalizado. Han inventado cosas para beneficio de sus favoritos
y en perjuicio a los dueños de cantinas que ya no hacen ni cantaderas.
A las pobres meseras las persiguen y fíjate que esas mujeres que
viven y duermen con todas las limitaciones en sus precarias fondas, tienen
que pagar un alto tributo para poder vender lechona y pastelito. -Esto dijo
el más joven. El mayor edad le contestó:
-El Padre en la misa condenó lo largo de la fiesta, Es que esa
gente no respeta nada y son uno depredadores de los recursos naturales y
también unos politiqueros cuando dicen que no quieren abanderados
políticos, pero en realidad lo que hacen es rechazar a personajes
que se ofrecen, por el simple hecho de que no son de su partido, para entonces
poner a los del suyo. Yo te digo que a esa gente hay que ponerles un alto,
ya está bueno. Tenemos que exigir que el próximo año
se reúna una buena cantidad de mayordomos y democráticamente
escojan una nueva directiva.-
El forastero pide un último trago, se le toma y saliendo de la
cantina se limpia la boca y murmura.
-Esto me recuerda a una banda de cleptómanos.-
Mientras el forastero esperaba el transporte colectivo, muy cerca de
sus pies se fue formando un remolino que velozmente y de manera ascendente
levantó por los aires polvos, hojarascas y papeles. De pronto, un
estallido luminosos partió el firmamento en mil pedazos, abriendo
todas las llaves del cielo y un diluviano aguacero cayó por horas,
y fuertes corrientes de aguas desbordadas arrasaron vasos, botellas, platos
y cartuchos plásticos, afiches cerveceros, papel higiénico,
platillos, etc. En la tarde apareció el sol y el pueblo volvió
a quedar limpio.
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AYER GRAFICO |
El conjunto "Estrellas Panameñas" actuando en la Radio
Teatro Estrella de Panamá en 1946. |
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