Los lugares cerrados son los peores sitios donde una persona puede pederse. Los elevadores, buses del transporte colectivo en tiempo de lluvia, una sala de cine y un taxi son algunas zonas donde usualmente se comete esta falta, pero para entender mejor el tema de hoy, definamos la palabra pedo: Es la emisión, habitualmente acompañada de sonido, de gases, malolientes o no, que salen del ano del un ser humano.
Es una necesidad fisiológica tan antigua como la vida del hombre. Se peden hoy en día por decirlo así: magistrados, diputados, militares (con o sin graduación), catedráticos, Filósofos , y el público en general, sin que nadie pueda evitarlo. Lo criticable del asunto es hacerlo en lugares inapropiados. Claro, usted dirá, pero quién controla su naturaleza. Todo se puede educar realmente. Esto es cuestión de buscar el lugar y el momento adecuado.
A la mayoría de los panameños no les agrada hablar de esto, pero sí han ideado pregones especiales para excusarse cuando se echan un pedo. Por ejemplo, las abuelitas dicen: "Mas vale una amistad perdida que una tripa partía". En cambio los muchachos te salen con eso dizque: "Rayo uno, rayo dos, rayo tres...butúmmm".
El tema de los gases humanos dentro de los elevadores es y sigue siendo desagradable, por ello le invito a usted que está acostumbrado a hacer lo que le da la gana y en cualquier lugar a que corrija su comportamiento cuando se encuentra en lugares públicos.
Si alguna vez ha aspirado a ser un buen ciudadano comience con educarse un poquito porque a nadie le gusta oler los pedos del otro.
Hay que cambiar señores. Déjense de cochinadas.
