La mañana de ayer, lunes, Carlos Villa Santana, de 22 años, confesó haber asesinado de dos impactos de bala, a Ricardo Antonio Rodríguez, de 24 años, el pasado sábado.
El "Bar 2 Lilas" fue el escenario donde se suscitó el hecho atroz.
El local dedicado al expendio de bebidas alcohólicas está ubicado frente a la entrada de la comunidad Villa Lobos, en Pedregal.
Aparentemente, Carlos Villa y "el ecuatoriano", mote de Ricardo, bebían y pasaban un rato ameno dentro de la cantina, cuando se dio la riña que terminó en tragedia.
LO INEDITO
Villa contó que la víctima primero le pidió plata, pero que él se la negó.
Por ese suceso, "el ecuatoriano" se puso bravo y le pegó una bofetada a quien minutos después se convirtió en su verdugo.
"Ganas de golpearlo no me faltaron", expresó Villa, quien se quedó "frío" debido a otros problemas que tiene.
Según Carlos, lo único que hizo fue alejarse de él y con voz enérgica lo puso al tanto de su acción indigna.
Tal situación duró poco tiempo porque Ricardo, el menor de once hermanos, quien se retiró momentáneamente del bar, regresó minutos después con su amigo Rolando Brenen, de 31 años.
Entre los dos intentaron agredir a Villa, a quien no le quedó de otra que sacar el revólver y disparar cuatro veces.
Cada uno se llevó dos balazos. Ricardo falleció en el lugar y Brenen recibió los plomos en el costado y brazo izquierdo.
ARREPENTIMIENTO TARDIO
El asesino entregó el arma homicida a la Policía Nacional. La víctima dejó una mujer con dos meses de embarazo, aseguran los vecinos.
Brenen se salvó de milagro. Recibió atención médica en la Clínica 24 Horas, en Pedregal, desde donde lo trasladaron al HST.
La violencia es una situación que alarma a la población panameña, dado que cada vez son más severos los actos cometidos contra los semejantes.
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