La supuesta suspensión de la visa a magistrados de la Corte Suprema de Justicia por parte de Estados Unidos, es algo que debe ser aclarado por la máxima corporación de justicia.
No se está hablando de particulares, sino de hombres y mujeres que imparten justicia a más alto nivel. Cuando una potencia la revoca la visa a alguien, debe tener sus motivos.
En estos tiempos en que la justicia es cuestionada, el hecho en cuestión merece una aclaración, sino del pleno de la Corporación Judicial por los afectados con las medidas.
Si un magistrado piensa que es injusto esa decisión por parte del gobierno norteamericano, debe exponer sus puntos de vista. Estados Unidos revoca visa por cuestiones ideológicas, terrorismo, corrupción y otros aspectos.
No sabemos cuáles fueron los motivos que llevaron a Washington para adoptar una medida de ese tipo y es poco probable que se divulguen, pero por la salud de la propia justicia panameña debe haber una explicación.
Recordamos que cuando se adoptó una medida similar contra el expresidente Ernesto Pérez Balladares y el exministro Víctor Juliao, ambos exfuncionarios salieron a la palestra pública a dar las explicaciones del caso.
Frente al problema, el Organo Judicial no puede adoptar la política del avestruz. Hay que salir a dar la cara.