VARIEDADES


¿Cuándo hay que operarse los juanetes?

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Redacción
Crítica en Línea

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La intensidad del dolor se mantuvo baja en el grupo que se sometió a la cirugía durante un período de seguimiento que fue de los seis a los doce meses.

Existe una gran variedad de opiniones acerca de cuál es el momento exacto en el que unos juanetes dolorosos deben ser intervenidos quirúrgicamente. Sin embargo, todos están de acuerdo en que una vez que el dolor o la incapacidad resultante empieza a hacerse insoportable, la cirugía es recomendable. En cuanto a la prevención, el mejor consejo es que prevalezca la comodidad, sobre la moda por lo que es mejor llevar calzado de tacón bajo y con la suficiente anchura para que los dedos de los pies puedan moverse libremente.

En los Estados Unidos, las deformidades en los pies afectan a menos del 4% de los varones y a casi el 80% de las mujeres. Esta diferencia fundada en el sexo se debe principalmente al calzado que suelen utilizar las mujeres. Los juanetes son bultos prominentes que se forman en la planta del pie cerca del dedo gordo. Surgen como respuesta a la presión mecánica que se ejerce sobre esta articulación, denominada específicamente metatarsofalange, donde el dedo gordo se articula con el pie. El bulto o juanete es producto de un excesivo crecimiento del hueso y/o de la irritación y secreción excesiva de una estructura en forma de saco llena de fluido llamada bolsa, que sirve como amortiguador de la articulación metatarsofalange.

Un calzado estrecho oprime los pies, empujando al dedo gordo hacia los dedos pequeños. Con el tiempo, los ligamentos y los demás tejidos ligeros que envuelven los huesos se ven afectados y empiezan a deformarse en torno a ellos formando un ángulo antinatural con la cabeza del metatarso, el hueso del pie más largo colindante con los dedos, haciendo que éste se hunda hacia dentro mientras la base presiona hacia fuera.

Los tacones altos pueden contribuir a esta irregularidad llamada hallux vagus. Un tacón de 4'6 centímetros, por ejemplo, puede añadir un 57% más de presión sobre el pie. Hay ciertos elementos genéticos en la estructura del pie, como los pies planos, que también pueden jugar un papel importante a la hora de que determinadas personas tengan cierta tendencia a desarrollar juanetes. Además del calzado, problemas como la contractura del tendón de Aquiles o la artritis reumatoide, pueden alterar los mecanismos del pie y provocar el hallux vagus.

Todos los juanetes que no causen dolor y algunos que sí lo hagan, pueden ser tratados sin operación. En los casos leves, basta simplemente con cambiar de calzado. Llevar un calzado ancho para que los dedos puedan moverse y tacones que no excedan de los 2 centímetros, puede reducir las fuerzas que producen la formación del juanete. Aunque la mayoría de las mujeres suelen llevar un calzado muy apretado, el zapato ideal que se ajuste al pie no debe tener menos de un 0,5 centímetros de estrecho o de ancho más que la anchura del pie. También existen unos zapatos que se adaptan especialmente, llamados ortopédicos y que están hechos precisamente para controlar el movimiento anormal de los pies. Además, se pueden tomar AINES, fármacos anti-inflamatorios no esteroides para aliviar el dolor y la inflamación.

Si a pesar de los tratamientos convencionales los juanetes empiezan a doler y/o a interferir con la actividad normal, quizá haya llegado el momento de plantearse una intervención quirúrgica. Con más de 200.000 intervenciones quirúrgicas correctoras de hallux vagus, estas técnicas figuran entre los métodos quirúrgicos ortopédicos más comunes que se llevan a cabo en los Estados Unidos. Más de 100 técnicas diferentes han sido introducidas en este campo, por lo que el método a elegir dependerá del grado de deformidad así como de la experiencia que el cirujano tenga en uno u otro.

Durante más de 30 años, diferentes variantes de una técnica quirúrgica conocida como osteotomía, en forma de V ha sido practicada ampliamente para corregir las deformaciones leves o moderadas de hallux vagus. El principal elemento de esta técnica es la extirpación de una cuña de hueso a fin de que éste pueda ser ajustado, permitiendo así que los dedos puedan moverse derechos y no torcidos. Entre las mejoras que se aplican en esta técnica figura la utilización de un tornillo para reafirmar la corrección del ángulo. Es recomendable que los pacientes sean intervenidos por cirujanos que conozcan las nuevas modificaciones de la osteotomía en forma de V, puesto que este método tiene pocas complicaciones posteriores tales como: movimientos no deseados del hueso, deficiente costura ósea y necrosis vascular (la muerte del hueso tratado debido a la interrupción del flujo sanguíneo).

Por lo general, para tratar desviaciones extremas de hallux valgus, se necesitan otras técnicas de mayor complejidad. En el número del 16 de mayo de 2001 de la revista especializada Journal of American Medical Association (JAMA), el doctor Markus Torki, del Hospital Jorvi, en Espoo, Finlandia, publicó las conclusiones de una investigación donde se comparaban la corrección ortopédica, una técnica quirúrgica, y "observación y espera". Todos los participantes de la investigación tenían desviación de hallux vagus de leve a moderada, discapacidades y juanetes dolorosos. Unos fueron asignados al azar para que se sometieran a la osteotomía en forma de V, al tratamiento ortopédico, o bien fueron incluidos en el grupo de control que no recibió ningún tratamiento (observación y espera).

 

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