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El 48% de la pobreza en Panamá la sufren los menores de 18 años, según informe brindado por el ministro de Economía y Finanzas, Norberto Delgado. Foto Archivo  |
El Ministro de Economía y Finanzas, Norberto Delgado, reconoció que los niveles de pobreza actuales son elevados, e incluso sostenidos con las agravantes que la mitad población pobre subsiste por medio de la indigencia. El informe de desarrollo humano del Ministerio de Economía y Finanzas señala que los niños y adolescentes son los más afectados por la pobreza, aumentando la incidencia de este flagelo al 48% en individuos menores de 18 años de edad.
La pobreza es igualmente generalizada en las áreas rurales, donde vive el 77% del total de la población pobre del país, incluidas las poblaciones indígenas. Actualmente la mortalidad infantil en Darién y Bocas del Toro es el doble de las demás regiones del país. La pobreza promedio en el país es de alrededor del 37%. "La esperanza de vida al nacer, en el resto del país es de 74 años de edad, mientras que en el Darién y Bocas no alcanza los 65 años", añadió.
Delgado manifestó que Panamá se ha caracterizado y se caracteriza aún por mantener serias desigualdades sociales y económicas. Destacó que la distribución del ingreso en nuestro país es una de las peores de entre los países de América Latina, donde el 20% de la población pobre recibe el 1.5% del ingreso total y el 20% de la población más rica recibe el 73% de las riquezas.
Destacó que a nivel geográfico el índice de desnutrición de los niños varia en un promedio del 14.4% en el ámbito nacional, al 49% entre los indígenas menores de cinco años de edad. Sostuvo que enriquecerse significa fortalecer el capital humano esencial para implantar un sistema de desarrollo sostenible en el país.
Reconoció que actualmente existen grandes brechas y desigualdades en el conjunto de la población nacional, entre las áreas urbanas, rurales, indígenas y entre los grupos humanos que componen el tejido social.
Delgado manifestó que estas características de nuestro país han definido su realidad actual y su precaria situación. "Nuestro crecimiento económico ha dependido de manera fundamental del sector servicio, por lo que se ha configurado una región metropolitana desigualmente diferenciada del resto del territorio nacional.
Añadió que el gobierno ha emprendido grandes esfuerzos para tratar de reducir la mortalidad infantil, sin embargo las secuelas que produce esta situación en torno a la calidad de vida como en la capacidad productiva son difíciles de combatir.
"Los niños desnutridos aumentan desproporcionadamente su vulnerabilidad a los riesgos de la mortalidad y los que sobreviven no logran un desarrollo físico ni intelectual apropiado que le permita desarrollarse", agregó. Agregó que el sistema educativo demuestra que se requiere la adopción de cambios profundos que le permita desarrollar el recurso humano acorde con las necesidades mundiales. |