 |
Miembros de una secta religiosa llegaron a la playa, con una perra a la cual mataron, luego la guisaron para comérsela.  |
Cuando Domingo Saldaña, un hombre laborioso residente en Palmar Sur, distrito de Barú, adquirió a una perrita en la ciudad de Panamá, le impuso el nombre de jackie, según él, por su belleza y por el puro color blanco de su crin, en ese instante, estaba lejos de pensar que a los pocos años ésta acabaría como parte de la comida de un grupo de religiosos extranjeros.
Una noticia como ésta es difícil de creer, pero más difícil fue para los residentes de esa comunidad cercana a unas hermosas playas, creer lo que sus ojos veían, el sacrificio del animal más fiel al hombre y posteriormente la degustación de su carne, con tanta normalidad como si se tratara de cualquier otro tipo de carne.
DINERO NO COMPENSA ACTO
La muerte de Jackie, dejó un gran vacío en la familia Saldaña, a quienes podemos considerar como amante de los animales domésticos, porque pudimos observar que mantienen otros canes en su casa, así como un periquito.
Domingo Saldaña, ele jefe de la familia, aún consternado y con los ojos llorosos narró que Jackie se desapareció desde las primeras horas de la tarde del lunes 24 de septiembre, en momentos en que el lugar hacía tanto calor, el cual invitaba a cualquiera a bajar hacia la playa y tomar un refrescante baño.
Mientras echaba de menos a la mascota, a sólo unos 300 metros, el grupo de ocho personas agarraba a una perrita recelosa a quien la engañaron dándole migajas de pan y jugando con ella, para luego atarla con un hilo.
Al realizar esto, el grupo de personas se adentró por un estrecho camino que lleva a la residencia de la joven Diznarda Quiel, a quien le pidieron permiso para bajar hasta la playa, porque es por ese lugar por donde se debe atravesar.
Diznarda observó que llevaban al animal amarrado, pero jamás imaginó que era la última vez que la veía con vida, sin embargo, un minuto más tarde le pidieron un machete prestado, pero la curiosidad de un hermanito de ésta la puso en alerta sobre lo que ocurría. Sin embargo, ya era tarde, porque acudieron al lugar y Jackie había sido sacrificada, le quitaron el cuero, la cabeza y la cola y procedían a asarla en un fogón improvisado en la playa.
Diznarda en conjunto con su hermana se sentaron a esperar que pasaría con el sacrificado animal, y para su sorpresa cuando la carne estaba a punto empezaron a sacar hilachas a las cuales sazonaban con salsa china, para luego comer, en ese instante les ofrecieron pero estas rechazaron tal ofrecimiento, por lo que uno les respondió que estaba sabroso. Diznarda los describe como personas blancas con acento extranjero y vestidos de blanco y que pertenecen a una religión.
Sobre esto, Saldaña fue alertado cuando ya la tarde caía en el poblado, acudió rápidamente al lugar de los hechos y sólo encontró la cabeza, el cuero y la cola de su mascota, hallazgo que le causó un gran dolor, porque según él el dinero no puede resarcir toda la molestia que siente él y su familia.
CORREGIDOR INVESTIGA E IGLESIA SE PRONUNCIA
Leonardo Pittí, corregidor diurno de Puerto Armuelles, aseguró que procedió a investigar el hecho, ya que nunca se había dado una acción parecida en esa comunidad, a pesar de la estrechez económica que se vive en todo el distrito de Barú.
Según Pittí, él investiga a miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quienes tienen una sede en Puerto Armuelles, ya que los moradores del lugar han indicado que se tratan de personas de esa religión.
Igualmente, las fotografía tomadas por el periodista de Radio Mi Preferida, Arexio Santos sirve de prueba, al igual que la noticia difundida a través de la misma, donde incluso un pastor de esa iglesia llamó por teléfono pidiendo disculpas por los hechos, agregando que se trataban de extranjeros que en su país estaban acostumbrados a comer carne de canino. El corregidor Pittí indicó que en el Código Administrativo se señalan penas para aquellas personas que maltraten o maten animales de manera injustificada. |