El método de aplicar sanciones disciplinarias de los estudiantes de secundaria debe ser rechazado por el sistema educativo. Destituir alumnos y lanzarlos a la calle, lejos de ser una solución, constituye al final un problema social mucho mayor, porque los estamos convirtiendo en carne de presidio.
Estos jóvenes que demuestran conductas no sociales, tienen un profundo problema en sus personalidades, porque seguramente su ambiente familiar está indicando que factores están incidiendo en su comportamiento.
Los colegios cuentan con psicólogos que deberían hacer los esfuerzos para poder ajustar estos comportamientos de estos jóvenes estudiantes. La historia ha demostrado que muchos en su juventud tuvieron patrones criticados, al llegar a la madurez se han convertido en grandes personalidades en las diferentes ramas.
En el pasado, cuando la muchachada levantaba el emblema nacional, como símbolo de identidad frente al coloso del norte, la dirigencia de las organizaciones patrióticas eran descabezadas, casualmente expulsiones. Expulsar a estudiantes no es la solución y refleja, posiblemente, una incapacidad del sistema educativo. |