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Lo ocurrido fue "un error tremendo de las FARC" para Serpa, quien formuló un llamamiento "para que se persevere en la paz pero con dignidad y sin violencia". Foto AP  |
La guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) impidió ayer la marcha pacífica de protesta del aspirante presidencial Horacio Serpa a la zona neutral del sur del país, cuyas vías de acceso fueron bloqueadas y minadas mientras los rebeldes hacían disparos al aire.
El abogado y ex ministro, uno de los favoritos para las elecciones de mayo próximo, reconoció con decepción que, ante la advertencia de que no podía pasar porque la zona estaba minada, debía retroceder, con miles de manifestantes y observadores de la Internacional Socialista y de partidos de Brasil, México y Panamá.
Serpa, de 57 años, partió a las 4.00 horas (09.00 GMT) desde Neiva (capital del departamento del Huila) con destino a San Vicente del Caguán (Caquetá), con el fin de expresar críticas al proceso de paz que el Gobierno celebra con las FARC desde 1999, acompañado por unos 10.000 simpatizantes en un centenar de autobuses.
El político liberal, uno de los que tiene mayor opción para ser elegido presidente para el período 2002-06, en reemplazo del conservador Andrés Pastrana, salió el viernes desde Bogotá por tierra y anunció que cumpliría su objetivo pese a que las FARC tenían bloqueada la carretera. El bloqueo de la vía comenzó el jueves, cuando las FARC acusaron a las tropas de haber traspasado el límite del área neutral de más de 42.000 kilómetros cuadrados y de haber matado a dos guerrilleros.
La caravana se encontró en las montañas de Balsillas, límite entre Huila y Caquetá, con el primer obstáculo en la abrupta carretera, llena de clavos, palos y neumáticos quemados, por lo que pidió a los autobuses esperar en ese sitio, situado 300 kilómetros al sur de Bogotá.
A esa hora, las FARC ya habían impedido el paso de otro grupo de manifestantes que debía llegar a la zona de distensión por Florencia (capital del Caquetá). Mientras tanto, la Novena Brigada el Ejército aseguró que la víspera fue desactivado en la vía Neiva-Balsillas una bomba con 40 kilos de explosivos dotadas de un mecanismo eléctrico.
Tras consultar a sus asesores, Serpa pidió a los participantes permanecer en un sitio que facilitara el posible regreso de los vehículos sin formar congestiones, mientras él, sus colaboradores y varios periodistas continuaban la marcha en automóviles todoterreno. "Seguiremos a pie si es el caso", dijo Serpa, quien prometió estar en contacto telefónico con la caravana.
Después de cinco horas de camino, la comitiva fue detenida en el primer retén guerrillero, en el que varios insurgentes le dijeron al candidato que no podía pasar, mientras se veían francotiradores ocultos en la vegetación y letreros advirtiendo sobre "campos minados".
Serpa intentó disuadir a los insurgentes encargados del retén, unos cincuenta, acompañado por la ex canciller y ex embajadora en España, María Emma Mejía, una de sus asesoras, y el periodista Ramón Jimeno, pero los guerrilleros le dijeron que "tenían orden de no dejar pasar a nadie". |
