EDITORIAL
PROGRESO...¿A qué costo?
La construcción del
Corredor Norte fue cuestionada con dureza por los grupos ecologistas panameños
e internacionales, para los cuales el derribo, tala y corte del bosque húmedo
tropical nativo constituye aberración censurable contra la agreste
naturaleza, afectadora de flora y fauna.
Las respuestas argumentadas de los personeros de cúspide del régimen
actual ante estas protestas asentaron el relievar el contenido de progreso,
de avance y crecimiento que la obra conlleva, llegando a ridiculizar las
quejas de los protestatarios como "preocupaciones de cuidadores de
pajaritos y mariposas".
Ahora, a escasos ocho meses de la inauguración oficial del Corredor
Norte se produce una ancha quebradura en el pavimento de acceso a la Avenida
Martín Rosa, que obliga a la suspensión del tránsito
por ese lugar; que justifican los representantes de la empresa mejicana,
constructora de la obra, con el señalamiento técnico de "un
asentamiento en los estribos a causa de filtraciones pluviales".
La construcción del Corredor Sur, en proceso actualmente, provoca
repetidas querellas y reclamos en los cuales resaltan las resistencias empresariales
a reconocer adecuados valores a las propiedades que afectarán las
obras, en San Sebastián y La Playita; y asimismo la retención
de aguas marinas, resultante del pedraplén que unirá el tramo
marino frente a Panamá La Vieja, donde al decir de los vecinos se
está reteniendo las materias orgánicas de los desagues, que
harán del mar una inmensa cloaca.
Las inundaciones agravadas de docenas de viviendas en la Urbanización
Santa Clara, en Juan Díaz, se originan en obras, reductoras del cauce
del río, como informan autoridades de obras públicas; acciones
de las cuales son responsables los constructores del puente elevado que
atravesará la vía Tocúmen y constituyen expresión
del avance citadino que en su progreso reparte daños y deterioros.
Las reducciones en las isletas separadoras de la Avenida Balboa, para
adicionar otro carril vial, son ahora causa de cotidianos accidentes vehiculares,
ya que una porción del carro queda expuesto, en el frente o en la
parte trasera, al tráfico que circula.
Los crecimientos urbanísticos, los mejoramientos viales, la expansión
citadina deben asentarse en planeamientos técnicos exhaustivos, de
manera que no causen mayores perjuicios y daños a las personas y
la colectividad, que en algunos casos ya condujeron a la muerte y las lesiones
de ciudadanos.
Importa relevar que la vida humana y la integridad corporal son bienes
insustituibles, razón por la cual, sin pretender afirmar concepciones
conservadoras estáticas, debemos procurar la aplicación de
medidas adecuadas, idóneas, que eviten el dolor y el llanto que eventualmente
las desviaciones técnicas causan.


|


|
AYER GRAFICO |
Estrellas de la farándula panameña en la época de oro
de las orquestas. |


|