Para el "canguro" panameño Irving Saladino la fe mueve montañas.
Es por eso que el próximo 21 de octubre tiene programado ir -junto a su familia- al histórico pueblo de Portobelo para agradecerle al Cristo Negro todos los "milagros" y momentos de "gloria" del 2006.
"Somos devotos del Nazareno. Nunca le ofrecemos mandas, pero nosotros siempre vamos al altar, le rezamos y le damos gracias por todos los favores que nos ha hecho", manifestó David Saladino, padre del atleta.
Entre los "milagros" que le ha realizado el santo al saltador colonense está el haber subsanado la lesión que sufrió en su pierna izquierda durante los pasados XXVIII Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde lo más que saltó fue 7 metros 42 centímetros, marca con la que quedó eliminado en la ronda de clasificación.
"Pasó el tiempo. Creí que me había recuperado, pero luego de haber ganado en Europa varias competencias en el 2005 me volví a resentir. Mi mamá (la señora Cristina) me recomendó que le llevara un resguardo de mi pierna al Cristo Negro y eso hice", aseguró el número uno del mundo desde Sao Paulo, Brasil. "¿Por qué usted cree que voy para Panamá? Yo no puedo faltar, voy a ver a mi ‘Negrito’", concluyó.
A PORTOBELO...
Irving Saladino dice que cargar el santo el 21 de octubre lo haría muy feliz, pero indicó que por la gran cantidad de fieles se le hace casi imposible.
"Sólo en la Semana Santa, que es cuando hay menos gente, lo he podido poner sobre mis hombros", comentó.