Al igual que las autoridades panameñas, las ticas coinciden en señalar que el control de la franja fronteriza, en Paso Canoa, es muy difícil.
En reiteradas ocasiones, las autoridades panameñas han puesto en evidencia la vulnerabilidad que existe en la frontera, ya que a pesar de mantener los controles, la existencia de casos de contrabando y tráfico de indocumentados es común.
Eduardo Carrera, jefe de la zona de Corredores de Costa Rica, dijo que el contrabando se está dando principalmente desde el sector de Panamá hacia Costa Rica, atravesando zonas en donde las inspecciones y puestos de control son menos. Además, expresó que por Costa Rica el trabajo es difícil, sobre todo por la falta de recursos móvil.