La supuesta muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, divulgada por un diario francés, fue acogida con escepticismo en EE.UU., donde fuentes oficiales, políticos y expertos coincidieron en que lo más probable es que sigue vivo.
El periódico regional francés "LEst Republicain" levantó la alarma con una información en su edición digital en la que aseguraba que el dirigente terrorista habría muerto el mes pasado en Pakistán a causa del tifus.
El diario citaba una nota de los servicios secretos franceses basada en informaciones recibidas de sus homólogos de los servicios secretos saudíes.
La embajada saudí en EE.UU. difundió una declaración en la que precisa que "el reino de Arabia Saudí no tiene pruebas que sustenten los recientes informes de prensa que indican que Osama bin Laden está muerto".
Cualquier información que diga lo contrario, añade la nota, es "puramente especulativa".
Fuentes oficiales y de inteligencia estadounidenses reiteraron en diversos medios de comunicación que no tienen constancia de la existencia de ninguna prueba para constatar la muerte de bin Laden.
El propio cuñado del líder terrorista y uno de sus mejores amigos en su época de universitario en Arabia Saudí, declaró a la cadena de televisión CNN que no había recibido ninguna noticia sobre la supuesta muerte del hermano de su esposa.
Todas estas declaraciones han llevado a políticos y expertos en terrorismo a pensar que se trata de un nuevo rumor, como otros muchos que se produjeron en el pasado.
La posible suerte que haya podido correr el líder de Al Qaeda ha estado presente en los habituales debates televisivos de cada domingo en EE.UU.
Uno de los invitados ayer fue el ex presidente Bill Clinton, quien dijo no estar satisfecho con el trabajo que había realizado para capturar a bin Laden porque no pudo capturarlo.